Ante la presencia de numerosos padres y familiares, esta mañana ha tenido lugar en el centro de barrio La Paz, la fiesta de clausura del tercer turno de la escuela de verano. Con ello, se dan por finalizados los programas infantiles de verano puestos en marcha por el centro municipal de Servicios Sociales por los que han pasado más de 310 niños.
Han pasado un total de 310 niños de edades comprendidas ente los 3 y los 10 años de edadAnte la presencia de numerosos padres y familiares, esta mañana ha tenido lugar en el centro de barrio La Paz, la fiesta de clausura del tercer turno de la escuela de verano. Con ello, se dan por finalizados los programas infantiles de verano puestos en marcha por el centro municipal de Servicios Sociales por los que han pasado más de 310 niños. Además de la escuela de verano, también se ha desarrollado el programa de Ludoteca en el centro de barrio San Antonio, en el que han participado 60 niños de entre 3 a 9 años y la Escuela de Verano Especial dirigida, ésta última a chicos de entre 4 a 25 años con algún tipo de discapacidad. Se trata de tres proyectos que surgen para dar respuesta a la necesidad de ofrecer un espacio de ocio y tiempo libre en esta época de vacaciones.La novedad este año ha estado marcada por la ampliación en un turno del servicio de Escuela de Verano con lo que en esta ocasión se ofreció la posibilidad de inscribir a los niños en un primer turno del 24 de junio al 10 de julio, el segundo del 14 al 30 julio y el tercero del 3 al 19 de agosto que ha finalizado esta mañana. En total han sido 225 las plazas cubiertas para una actividad dirigida a niños de entre 4 a 10 años. En horario de 10 a 14 horas de lunes a viernes, los niños han realizado diversas actividades como talleres, juegos, baños en la piscina y otras actividades de carácter lúdico.Se trata de 3 actividades totalmente consolidadas con las que se pretende favorecer el desarrollo integral de los menores con actividades que potencien la inteligencia, afectividad, creatividad y sensibilidad de los participantes. Así, se han llevado a cabo actividades en las que el juego no ha supuesto un mero entretenimiento sino un mecanismo dirigido a los menores para interiorizar normas y valores que les sirva a relacionarse con otros, resolver conflictos y respetar opiniones.